El control de presencia siempre ha sido importante en una empresa, sobre todo por seguridad, para controlar quien entra y sale de un sitio. Pero ahora, con las nuevas formas de trabajar, los sistemas de control de asistencia se han vuelto fundamentales, ya que no sólo funcionan como sistema de acceso seguro sino como un método para la gestión del tiempo y de los equipos de una empresa, porque cada vez hay más horarios flexibles e incluso se empieza a permitir trabajar desde casa. Esto ha provocado la necesidad de un control de presencia a distancia, por lo que se ha producido, además, una evolución y diversificación de los tipos de controles de asistencia laboral.
Además, debemos tener en cuenta que con los nuevos cambios introducidos por el Gobierno, se ha convertido en obligatorio el control horario de los empleados, por lo que cada vez se hace más imprescindible el uso de las diferentes modalidades existentes.
Control de presencia tradicional
El concepto de control de presencia ha ido evolucionando de la mano de la tecnología. Originariamente, las empresas utilizabas una hoja de control de presencia en la que cada empleado apuntaba la hora de entrada y de salida y firmaba Posteriormente, los fichajes se trasladaron a una ficha de cartón que el trabajador marcaba, introduciéndolo en una máquina, a la entrada y a la salida. Ambos sistemas de control de asistencia laboral necesitaban hacer los cálculos de forma manual después, lo que ralentizaba el proceso y repercutía en la productividad laboral del departamento de recursos humanos.
Control de presencia digital
Gracias a la tecnología, los sistemas de acceso y de control de asistencia se han ido modernizado y digitalizado. Ahora los controles de acceso permiten llevar los registros de asistencia desde un ordenador, donde se guardan y organizan los datos de cada trabajador. De esta forma, se pueden hacer seguimientos en tiempo real, además de conocer casi al instante las horas trabajadas, los días libres que quedan, las horas extra que se acumulan…. Pero no sólo a la empresa, sino también al trabajador, mejorando así en la transparencia empresarial y, por tanto, el clima laboral.
Control de acceso biométrico
La biometría aplicada a los controles de acceso consiste en comparar los rasgos humanos, físicos o conductuales, con un patrón ya guardado. De esta forma, se generan sistemas de identificación y autentificación de cada individuo para gestionar accesos. Esto unido a un reloj biométrico permite ampliar su funcionalidad hacia el control de presencia y la gestión del tiempo en una empresa. Además, la irrupción de Internet y los nuevos dispositivos electrónicos han permitido la creación de sistemas de control de presencia multiplataforma.
- Control de presencia dactilar: este lector biométrico digitaliza la huella dactilar. De esta forma, el acceso y el registro de la entrada y salida de una persona se hacen a través de la huella dactilar digital.
- Control de presencia facial: los rasgos humanos son únicos en cada persona, por lo que este sistema biométrico guarda un patrón con la cara del trabajador y controla la asistencia y el acceso a través del reconocimiento facial.
- Control de presencia ocular: sólo podemos activar estos sistemas de relojes biométricos de acceso con el reconocimiento del iris del ojo.
- Control de presencia numérico: en este caso es un patrón numérico el que registra la asistencia y controla el acceso.
Control de acceso con tarjeta
En este tipo de control de presencia, los registros se realizan a través de tarjetas. Estas pueden activarse por contacto a través de bandas magnéticas y códigos de barra, o bien por aproximación, ya que en este caso es un chip es el encargado de controlar el acceso a una empresa o un área específica.