A la hora de ir a trabajar ya no basta con que te guste tu trabajo, sino que necesitas un entorno laboral en el que sentirte cómodo y seguro. En ese ambiente laboral cobran especial importancia los compañeros, las emociones compartidas por estos y la motivación laboral.
Además, un buen clima laboral no es sólo clave para la felicidad en el trabajo a nivel individual, sino también para optimizar el trabajo en equipo. El resultado no sólo beneficiará a la empresa a nivel interno, sino que permitirá mejorar la productividad laboral.
¿Qué es el clima organizacional?
La definición de clima laboral va más allá de los aspectos materiales como el espacio físico y el dinero recibido en el sueldo. El clima organizacional recoge tanto los aspectos físicos y materiales como los emocionales. Pero además, no abarca sólo las sensaciones individuales, sino también las colectivas, que tienen los trabajadores sobre la organización empresarial y sobre cada uno de sus miembros.
Las principales dimensiones del clima organizacional a tener en cuenta son:
- Los efectos del clima organizacional: el clima laboral afectará a las interacciones entre los trabajadores, en función de si se sienten más seguros o no para expresarse y comunicarse.
- La comunicación: el respeto a la hora de comunicarse es clave para conseguir la cooperación y el aumento de la creatividad.
- El liderazgo: la existencia de un líder es clave para conseguir la organización del equipo y del trabajo, pero nunca debe caer en la imposición y el autoritarismo, sino en la colaboración y el ánimo.
- La motivación: cuando hay una motivación el interés crece, así como la satisfacción laboral al cumplir los objetivos, mejorando así el buen humor en el trabajo.
- La identidad o pertenencia: la unión y el interés común hacen a cada individuo sentirse parte del equipo, por lo que aumentará la seguridad y su participación.