Muchas son las teorías existentes que analizan la productividad laboral pero ninguna de ellas explica dado su complejidad qué es lo que hace a las personas productivas y cuáles son las pautas que se han de seguir para motivar al personal a que alcance un mayor rendimiento en su trabajo.
La base de toda actitud favorable frente al trabajo tiene que ver con que el empleado perciba una situación equitativa, sea tratado con justicia o tenga los mismos beneficios y oportunidades, posibilidades y limitaciones que sus compañeros de trabajo. Lo contrario a esto genera malestar y sentimientos que pueden mostrarse de diferentes maneras y una de ellas es el deficiente desempeño de su trabajo.
Normalmente los trabajadores se sienten mejor cuando saben exactamente lo que se espera de ellos, por eso es muy importante comprometer al trabajador en la fijación de objetivos y que se comunique con claridad en qué consisten, que permitan asumir retos e informar al personal de su desempeño para conseguirlos. Es muy importante que una vez alcanzados esos objetivos con éxito, las personas sientan que se les retribuye con una recompensa o incentivos que les ayuden a satisfacer sus necesidades y expectativas, asumiendo que son individuos peculiares y diferentes entre sí. Prestar atención a las expectativas del trabajador y plantear incentivos de diferente tipo que le orienten a la productividad es imprescindible a la hora de conseguir el mejor rendimiento.
Conseguir una armonía entre la persona y su puesto de trabajo es lo ideal para aumentar la productividad laboral de un empleado. La variedad, identidad, significado y autonomía en el trabajo son factores valiosos para el trabajador e influyen en su satisfacción que es lo más importante para que una persona sea productiva.
Estrategias para aumentar la productividad laboral
- Reconocer las diferencias individuales del personal
- Realizar una buena selección de personal para que exista un equilibrio entre las personas y el puesto que desempeñan
- Establecer objetivos específicos a cada empleado que sean realizables por aquellos empleados que las deben llevar a cabo
- Personalizar las recompensas tomando en cuenta el rendimiento y las características individuales de los trabajadores
- Vincular los incentivos al rendimiento para reforzar al empleado. Utilizar diferentes recompensas en función de las metas conseguidas como elogios, agradecimientos, ascensos, aumentos, mejoras de puesto o condiciones.
- Comprobar la equidad del sistema utilizado para conseguir la motivación de los empleados. Si el trabajador percibe esta equidad, estará más inclinado a cooperar con la empresa y será más productivo.