La razón de ser y actuar de una compañía es sumamente importante. Por un lado, la fortalece y ayuda a que se cree un equipo de trabajo mucho más unido, donde se fomenta el trabajo en equipo y el compañerismo. Por otro lado, se mejora la imagen de marca de cara a los clientes, puesto que se transmite homogeneidad, seguridad y fortaleza.
Por ello, es necesario definir una buena cultura organizacional que ayude a determinar las normas de conducta y comportamiento básicas dentro de la compañía. Y es que, las compañías están enfocadas, cada vez más, en convertirse en un referente y ser un lugar idóneo para trabajar o un Great Place to work, atrayendo así a grandes talentos y fidelizando tanto a clientes como a empleados.
¿Qué es la cultura organizacional?
La cultura organizacional o cultura corporativa es la forma de ser de la empresa. Esta cultura organizacional refleja los valores, costumbres, nombras, códigos de vestimenta y, en definitiva, reglas que marcan el día a día de una compañía concreta.
Es muy importante que cada negocio tenga una cultura empresarial bien definida e implantada, puesto que determinará la manera en que los equipos de trabajo se relacionan y actúan en el entorno de trabajo.
La cultura organizacional es el modo que tienen las empresas de hacer las cosas: sus hábitos, normas, costumbres…
Los elementos de la cultura organizacional pueden ser tanto tangibles como intangibles, siendo por ejemplo:
- Valores y creencias de la empresa.
- Normas de comportamiento.
- Políticas de la organización.
- Sistemas de motivación.
- Sistemas y procesos de trabajo implantados como, por ejemplo, tener horario flexible, teletrabajo…
- Redes internas de comunicación. Por ejemplo, usar herramientas como Skype como método de comunicación entre los empleados.
Tener una cultura corporativa o cultura empresarial identificada fortalece a la marca, además de que incrementa la motivación laboral e implicación de los equipos de trabajo, puesto que se sienten protagonistas y responsables de la marcha del negocio.
Las características de los líderes y gerentes son totalmente determinantes en una compañía, puesto que de ello dependerá el éxito o fracaso de las estrategias empresariales. Su objetivo principal pasará por dibujar una cultura organizacional donde primen los trabajadores, el bienestar, la flexibilidad laboral y apueste por nuevos métodos de trabajo, como la gamificación, haciendo la jornada más amena e informal.
Tipos de cultura organizacional
La cultura organizacional recoge elementos tan cotidianos dentro de una empresa como son la forma en que se toman las decisiones, el flujo de la comunicación organizacional, estilos de liderazgo y gestión de equipos, la definición de las normas, etc.
A continuación, detallamos los diferentes tipos de cultura organizacional que pueden existir en una compañía:
1. Cultura organizacional orientada al poder.
Este tipo de organizaciones busca el refuerzo de las posiciones de poder dentro de la empresa, apostando por la toma de decisiones centralizada, el control sobre las personas y la clara jerarquización.
2. Cultura organizacional orientada a la norma.
Este tipo de empresas tiene como principal objetivo garantizar la seguridad y estabilidad. Por tanto, las normas que se dictamen están enfocadas a garantizar responsabilidades y trabajar por el cumplimiento estricto de los procesos de trabajo.
3. Cultura organizacional orientada a resultados.
Empresas donde la eficacia y la optimización de los recursos y procesos de trabajo son la prioridad.
4. Cultura organizacional orientada a las personas.
El objetivo de este tipo de empresas, ya sean pymes o grandes multinacionales, es la búsqueda del desarrollo continuo, la formación, motivación y satisfacción de los miembros que las componen. Muchas empresas apuestan, por ejemplo, por convertirse en Smart Offices o por el empleo de aplicaciones móviles, para que los empleados tengan todo tipo de facilidades en su día a día.